DESPUÉS  DE  LA  TEMPESTAD

 

                            

Barro de algas

arrancadas a arcanos

silencios por arrastres

de olas, regurgito

de desnudas pasiones,

sacia de sal recubre

àngulos deformes

de piedras arrugadas

en esperas sin aliento.

Se decompone lenta

trasudando inquietudes,

quemada de sol, apretada

a un dolor acerbo

amasado de eterno.

 

Una vela juega con el viento

Buscando el horizonte.